LA REVOLUCIÓN DE LOS PEONES

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Por Mauricio Dimeo

«Los peones son el alma del ajedrez» François-André Danican Philidor

Había una vez un peón de torre de dama que había participado en innumerables partidas, había visto perecer a muchos de sus compañeros peones, muchas veces de modo heroico contra reinos enemigos, pero otras veces inútilmente por negligencia en las órdenes del rey. Esta inconformidad a veces era compartida por muchos peones y por torres y caballos, quienes también habían sido sacrificados inútilmente en algunas ocasiones, aunque no tantas como los peones, que siempre se llevaban la peor parte.

Así que un día que no hubo partida, el peón decidió hablar con su inmediato superior que era la torre de dama, tenía la ventaja de estar lo más alejado del rey, de modo que no pudieran escucharlos. Ambos coincidieron en que la manera en que el rey llevaba las partidas no era el adecuado, así que sería bueno organizarse para derrocarlo, decidieron convocar a una reunión secreta con todos los peones, torres y caballos. No convocarían a los alfiles que eran muy fieles a los reyes, ni tampoco al peón de rey porque su cercanía con el rey lo hacía sentirse de la realeza y podría traicionarlos.

En la reunión secreta se planteó una propuesta de revolución, en la que derrocarían al rey y a la reina para establecer un nuevo gobierno. El peón de torre de Dama era el de la idea, pero al ser sólo un peón, decidió no protestar y asumir el liderazgo de la torre de dama.

Al día siguiente se realizó un levantamiento armado donde se acorraló al rey en una esquina del tablero, pero los alfiles y la dama son muy poderosos y lograron protegerlo de una ejecución, en el enfrentamiento murieron muchos peones, así como un caballo. No lograron derrocar al rey, pero sí alcanzaron una tregua en la que las decisiones en las partidas serían tomadas en conjunto entre los reyes, un alfil, una torre, un caballo y un peón, el cual fue el peón de rey, ya que al ser el más fiel al rey no causaría problemas en nombre de los demás peones.

El peón de torre de dama no quedó conforme con la decisión, pero sabía que esa monarquía parlamentaria era mejor que la situación anterior de monarquía absoluta, así que decidió aceptar la situación, pero decidió organizar a los peones en un partido peonista independiente, con su propio periódico en favor de los peones, evidenciando que eran tan oprimidos que ni siquiera se les consideraba piezas.

Poco a poco las torres y los caballos adquirían más poder, así que convocaron a otra reunión secreta con los peones y les propusieron hacer un nuevo intento de revolución, de modo que esta vez sí derrocaran a los reyes. Los peones aceptaron, porque no tenían nada que perder, más que sus cadenas.

En esta ocasión las piezas estuvieron mejor organizadas y lograron destituir a los reyes con menos bajas, aunque siempre los peones se lleven la peor parte. Los alfiles decidieron unirse al nuevo gobierno y así se instauró una democracia en la que todas las piezas tenían representación por igual, mientras los reyes fueron asesinados y se prohibió que alguien más ocupara ese puesto de poder.

En las posteriores partidas tuvieron que hacer una gran reestructuración, tanto de estrategia como de táctica, dado que no contaban con los movimientos de la reina, ni con la importancia del rey en los finales, pues en lugar de esas piezas había más peones. Aun así las pérdidas eran considerables y como siempre los peones se llevaban la peor parte. Así que los peones lanzaron la consigna de no a la guerra entre bandos, que ponía a temblar las bases del ajedrez tal como se le conocía.

El peón de torre (ex de dama) impulsó su partido independiente de peones para organizar una segunda revolución, esta vez para derrocar a torres, alfiles y caballos y hacerse del poder por y para los peones. Había peones escépticos de los peones pudieran triunfar y gobernar, pero eran minoría. La mayoría se sentía capaz de dirigir a todo el bando. Así que en pocos meses se levantaron contra las demás piezas y lograron vencerlas, con lo que establecieron el primer Estado de peones de la historia del ajedrez.

De inmediato las piezas derrotadas pidieron ayuda a los bandos de otros tableros, que llegaron para intentar restaurar el Estado de las piezas mayores y menores. Fue justo ahí que se inauguró la modalidad horda en las partidas de ajedrez, donde un bando tiene todas las piezas en el orden típico y el otro bando sólo tiene peones en gran número.

Las batallas duraron varios años, venían bandos de varios tableros a intentar vencer a los peones, pero el Estado de los peones resistió heroicamente y mantuvo el poder. En el nuevo orden ningún peón valía más que otro y todos trabajaban por igual para satisfacer sus necesidades en colectivo.

El mundo del ajedrez no estaba preparado para semejante osadía y decidieron emprender una guerra mundial contra el Estado de los peones. Lanzaron toda su ofensiva y aun con la muerte de muchos peones lograron resistir. Después de la gran guerra peona el mundo quedó devastado, así que el Estado de los peones decidió colaborar para reconstruirlo y los tableros que recibieron la ayuda decidieron establecer también gobiernos de peones, pronto la mitad del mundo del ajedrez era gobernado por peones, por lo que se estableció una cortina de hierro para separar ambos mundos.

El bloque de bandos de piezas mayores comprendió que la valentía y convicción de los bandos de peones eran inquebrantables, así que decidieron cambiar de estrategia, enviaron peones infiltrados, fieles a las piezas mayores, para que convencieran a los peones de los Estados peoniles de que no debían conformarse con ser peones, ya que cualquiera podía emprender una línea recta hacia su promoción como dama, aun cuando generalmente lo lograban sólo los peones centrales por haber nacido en situación ventajosa, lo que fomentaba el mito de la meritocracia. También lanzaron una fuerte propaganda inventando que los peones que gobernaban eran terribles dictadores que hacían grandes purgas y terribles hambrunas. En realidad eso era lo que hacían los gobiernos de las piezas mayores permanentemente, pero lo ocultaban de la opinión pública.

Durante cuatro décadas la lucha de piezas se inclinó hacia el bando de las piezas mayores, muchos peones traicionaron a sus congéneres para promocionarse como piezas mayores y aunque nunca más se reinstauraron las monarquías, sí que lograron que en casi todo el mundo del ajedrez volvieran a ser las piezas mayores quienes gobernaran.

Parecía que el esfuerzo de aquel heroico peón de torre de dama había sido en vano, sin embargo, aun quedan dos bandos que se mantienen como Estados peoniles, aunque en tableros lejanos. Estos dos bandos son la esperanza histórica de los peones, para que se vuelvan a impulsar revoluciones que forjen un mundo en el que todo el poder sea de los peones, para que cada peón trabaje según sus capacidades y reciba según sus necesidades.

Referencias

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La quinta internacional (2020) Desmontando 7 enormes mitos anti-comunistas. En: https://l5internacional.medium.com/desmontanto-el-mito-de-la-hambruna-ucraniana-o-el-holodomor-acd9e21bad8e
Leandro, Mauricio (2015) Las 22 cosas que probablemente no sabías de cuba. En: https://mauricioleandro.wordpress.com/2015/10/24/las-22-cosas-que-probablemente-no-sabias-de-cuba/
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Partido Comunista Obrero Español (sin año) Millones de muertos: De Hitler y Hearst a Conquest y Solzjenitsyn. En: http://www.mariosousa.se/LahistorisdelossupuestosmillonesdepresosymuertosenlaUnionSovietica.html