lichess.org
Donate

Una FIDE débil y campeones caprichosos: un siglo de escándalos en el ajedrez

De Bobby Fischer y la escisión provocada por Kasparov al 'timo de Cazorla' y el pulso de Carlsen para cambiar el Mundial

Hay pocos personajes históricos más caprichosos que un campeón del mundo de ajedrez. Para lograr el título hay que atesorar una inteligencia extraordinaria, ser un obseso del trabajo y tener la voluntad de un tirano. Los mayores campeones, los grandes genios, se caracterizan además porque no se conforman con ser los mejores: casi todos quieren cambiar las normas con las que llegaron a la cima. Casualmente, el acceso suele volverse más escarpado para sus sucesores. La transparencia y la democracia aún son asignaturas pendientes en el ajedrez mundial.
El noruego Magnus Carlsen quiere modificar el formato y lo quiere hacer ya: pretende una revolución que no se puede calificar como injusta, pero que supone una alteración fundamental de la tradición. Quiere que el duelo por el título alterne partidas de ajedrez clásico con otros ritmos más rápidos . Si no se siente escuchado o valorado, es posible que renuncie. Él perdería mucho, pero en esta partida de póker la FIDE parece el bando más asustado.
Dvorkóvich (presidente de la fide) habló hace tres semanas con EL PAÍS en Ciudad de Panamá. “Respeto la decisión que tome Magnus, pero espero que la piense bien, considerando todos los elementos. Es obvio que todos preferimos un Mundial con él, y soy moderadamente optimista”

Carlsen lleva unos cinco años pidiendo ese cambio, porque dice que prepararse durante varios meses cada dos años para disputar un duelo de 14 partidas lentas contra la misma persona le agota.